Archimandrita Ambrosio (Yurasov). "De la fe y la salvación. Preguntas y respuestas".
156. ¿Cómo sucede que la gente se mete en la ilusión espiritual?
¿Sabes lo astuto que el diablo atrapa en sus redes? En 1978 bauticé a una mujer, le di una regla: qué leer y hacer. Yo dije: "Cada día recita la oración de Jesús 500 veces, haz 50 inclinaciones terrenales". (Esta mujer ya había ido a la iglesia; de alguna manera comencé a investigar, y resultó que no estaba bautizada, fue bautizada en la iglesia católica). Después de un tiempo vino y dijo: "Bendíceme con más inclinaciones". - "Bueno", le dije, "haz 100 inclinaciones". ¿Puedo Leer la oración de Jesús 1.000 veces?". - "Si puedes. Dios te bendigará". Después de un tiempo llegó y pidió 3.000 oraciones de Jesús. Bendije y pregunté: "¿Tienes suficiente fuerza?" - "Me basta". Eso fue todo. Nos reunimos una o dos veces al año. Ella vino, siempre en silencio, permaneciendo en la oración. No habló con nadie. Y así fue: venía y se iba.
Y luego un día (fue en la villa de Krasnoye, no lejos de Palekh) nos reunimos en el día del ángel de todas las Natalias. Se reunieron ocho personas llamadas Natalias. Esa mujer se sentó primera en la mesa, debajo de los iconos. Yo dije: "Desocupa tu lugar, siéntate en otro lugar". Y ella se fue de la cena, se ofendió. Luego conversé con ella durante dos horas, le pregunté por qué se había ofendido. Y me dijo ella:
"¡Ud. ma ha insultado, me ha avergonzado delante de todos!"
- "No hay vergüenza. El día del ángel no es tuyo, tenías que ceder el lugar a las cumpleañeras". Y así, en esta conversación, le pregunté a ella:
- ¿Dime cómo rezas?
Resultó que ella hacía 1000 inclinaciones todos los días sin bendición; cuando estaba en el camino y se atrasaba, y 2000 lo hacía, con la oración de Jesús, con lágrimas. Me enteré de que dormía dos horas al día. Los lunes, miércoles y viernes no come nada, no bebe, y los martes, jueves, sábados y domingos come una vez. Hubierais verla, es fuerte, saludable; visitó a nosotros, traía una mochila enorme y lo llevaba 10 kilómetros fuera de la carretera. Nada de agotamiento se veía. Aprendí que cuando todos estábamos sentados en la mesa (en otra ocasión), ¡tanta gracia descendió sobre ella, tanto amor por el Señor y por todos!
Estaba lista para abrazar y besar a todos. No sentía su cuerpo, toda su alma y su cuerpo estaban en el amor del Señor.
Pensé: "Bueno, ¿qué le pasa a ella, algo especial?"
Pero en la villa de Krasnoye, cuando la pidieron abandonar el primer lugar y resultó que era esto. ¡Todo se reveló! Tenía tanta ira, tal resentimiento, que ni siquiera quería hablar:
- ¡Me has avergonzado delante de todos!
Y lo que Cristo decía: "No te sientes en primer lugar, para que no ocurra alguno de los llamados más honorable que tú" (Lc. 14,8).
¿Para qué lo estoy diciendo? Tal persona se salva astutamente, muy astutamente. El profeta David dijo: "Resígnate, y sálvate el Señor "(Sal. 114). Resignado, ya salvado. No hay necesidad de reverencias, ni oraciones, ya el hombre se ha salvado. Reverencias, vigilias , hazañas: no es un objetivo, es un medio para lograr la humildad. A través de ellos, el hombre humilla su carne, suplica al Señor que venga a la humildad, que sea como un niño bondadoso, tranquilo, equilibrado. Amar a todos, hacer el bien a todos. Esa mujer tomó estas hazañas no por bendición, sino por su propia voluntad, por orgullo. Y cuando tales personas viven por su propia voluntad, no están en el espíritu de celos de Dios, sino en el espíritu del diablo. Luego vino otra cosa: ella llegó al punto de intentar suicidarse. Se comió algunas drogas, gracias a Dios que comenzó a vomitar, estuvo medio muerta durante cuatro horas. Apenas cobró vida. Eso es lo que hacen estas "hazañas". Cuando la bendije de nuevo con 50 reverencias y 500 oraciones de Jesús, dije que comiera todos los días como todos comían, entonces ella no pudo hacerlo. Y me dijo ella:
- "No puedo hacer nada: ni reverencias, ni oraciones, nada en absoluto. No puedo leer oraciones ni por la mañana ni por la tarde. Y la atacó un enorme deseo de comer. Yo le dije:
- ¿Ves? fue algo demónico. Muchas de nuestras sores hablando con ella escucharon más de una vez, como si, entre otras cosas: "He aquí, hago hazañas, hago1000 reverencias, no como tres días a la semana, duermo dos horas", todo lo expresó con tanta astucia. Y dijo esto: "Todos son malos, solo yo soy buena". Aquí hay un estándar de cómo conocer a una persona en la la ilusión espiritual. Se lo dices y no te cree: "¡Eres malo!" Así que no es difícil salvarse, pero sabiamente. En la iglesia, en el monasterio, la obediencia debe estar en todas partes, en primer lugar. Todo debe hacerse por obediencia. Recuerda lo que te dije....