Pregunta al Arzobispo Vicente de Ekaterimburgo y Verkhoturskiy en en directo del canal de televisión "Soyuz".
Arzobispo Vicente (Morar)
En el estudio, el Arzobispo Vicente (Morar) y el Hegúmeno (Abad) Dimitri (Baibakov).
¿Cómo distinguir el don de Dios de lo que da el maligno?
- En primer lugar, el Señor da los dones de Dios al hombre por grandes obras, hazañas, renuncia a sí mismo, de todo lo mundano, por hazaña de humildad. La base de estos dones es la humildad. Porque el Señor resiste a los orgullosos, y da gracia a los humildes, cuando hay una virtud de humildad y el hombre ha dejado de estar orgulloso de sus méritos. Cuando él cree que no es suyo, sino de Dios, entonces el Señor da algunos dones: el don de la curación, la visión, el consejo, muchos y muchos dones. Y, por supuesto, una persona que trabaja en sí misma y cultiva su alma, erradica todas las malas hierbas de su alma, no piensa en recibir algunos regalos. Él piensa en la salvación, y Dios Mismo le da. Y a menudo sucede que él mismo no lo quiere y no lo ve, y la gente lo nota. Y él dice: "Esto no es mío, es el Señor".
- Huye de esa fama...
- Sí, huye de esa fama. El Señor es misericordioso, quiere a través de esta persona dar algún bien a quien necesita ayuda. Ahora los psíquicos modernos creen que tienen dones de Dios. Solo lo creen, pero en realidad no es así. Agitan las manos, anteven, ven, oyen, notan algo y piensan que es de Dios. Tienen una vela encendida y un ícono al lado: "he aquí, estoy con la ayuda de Dios". No hay tales dones. Por mucho que yo conozca a los Santos Padres, sólo con el trabajo han logrado tales dones.
¡Con trabajo increíble!
- Sí, con trabajo increíble. Tomamos como ejemplo el reverendo Sergio de Radonezh, Serafín de Sarov. Por ejemplo, una persona vino a San Sergio, trajo a un bebé enfermo y aquel murió. Y la persona, desesperada y afligida, lo arrojó al Santo: haz lo que quieras. Sergio tomó y rezó, y el Señor oyó sus ruegos. Y le dijo a la persona: "Vete a casa, pero no le digas nada a nadie mientras yo esté vivo". Se alegró de haber revivido a su hijo y se recuperó. Por supuesto, es una gran alegría. Y el mismo Jesús el Salvador dijo: "No le digas a nadie lo que he hecho". Así es como el Señor nos muestra el ejemplo de cómo debemos aceptar los dones y tenerlos en un corazón quebrantado y humilde. Y cuando una persona recibe regalos tan fácilmente…
– Y con una gira va a los Palacios de cultura…
- Sí, todo decorado, lleno. ¿Cuál es su hazaña, qué méritos ha hecho para ganar estos laureles? ¿Si ganó algo por su orgullo? Sí, lo ganó por orgullo, pero no de Dios, sino del diablo. No hay tercera fuerza: hay lo divino y lo demoníaco.
- Uno o el otro…
- El poder divino solo se puede obtener a través de la humildad, a través de una gran hazaña, y el demonio, con calma y fácilmente…